sábado, 19 de noviembre de 2011

Capitulo 3



Al día siguiente, Shannon y Hilary son unos de los primeros en levantarse. Entre charlas sobre lo que había ocurrido la noche anterior, toman tranquilos un desayuno tipo americano. Ella había quedado con una leve resaca, nada fuerte por suerte. Shann le había ofrecido su cuarto para que durmiera y a la mañana se pusiera ropa limpia. Pero por desgracia para la chica, el baterista no había querido quedarse, por lo que se fue a la pieza de su hermano.

En cambio, su amiga Alice todavía no aparecía, por lo que dedujo que se encontraría en un estado mucho más lamentable que el de ella.

-Después de que vimos a Al con Iero… ¿La volviste a ver? Porque yo no me acuerdo- le pregunta Hil al baterista, esperando que se acordara más que ella de la noche anterior.

- Creo que no… Aunque Tomo me dijo que vio al hermano de Gerard yendo para su pieza con una chica medio a la rastra- y al ver la cara de asombro de su nueva amiga, agrega:-. Pero seguro que está bien. Todavía debe estar durmiendo si es que se fue con este chico.

-Mikey- aclara Hil-. Seguro que está con él… Aunque no creo que haya pasado nada-sentencia firmemente, tratando de convencerse más a ella misma que a Shannon.

- ¿Y por qué no? ¿Qué tiene de malo?- pregunta divertido Shann, dedicándole media sonrisa. Esa sonrisa habría podido derretir el mismísimo sol, pero la chica aparta la mirada y arquea una ceja, fingiendo indiferencia. ¿Por qué no se animaba a darle un beso ahí mismo?, gritaba por dentro ella.

- Porque no es su objetivo, como no lo era Frank… Pero te dejo con la intriga, no insistas- y le guiña un ojo, tratando de ser tan seductora como él, y deseando que así él le prestara más atención.

Y antes de que el baterista pudiera seguir insistiendo, ven aparecer a Tomo, quien llevaba un gran jugo exprimido de naranja y su guitarra al hombro.
- ¿Les importa si los acompaño?- pregunta con una sonrisa radiante.
Mientras los dos hombres charlaban animadamente, Hil no hace más que mirarlos. Aún, después de haber pasado una noche entera con ellos, no podía creer lo que estaba viviendo. Le dolía pensar que ya esa misma tarde ellos tendrían que irse, y ella y Alice volver a su mundo ordinario. Al menos lo habremos vivido.
Sacándola de sus pensamientos, Tomo corre un mechón de pelo que caía sobre su hombro y abre desmesuradamente los ojos.
- ¿Y eso?- le pregunta señalando su cuello- ¡No sabía que Drácula vivía en el hotel!
Shannon y Hilary intercambian una mirada cómplice antes de comenzar a reír, un poco avergonzados los dos.
- Dejémoslo ahí, Mofo…-contesta Shann, salvando a la joven de dar explicaciones.
- Oh, está bien, no me cuenten…- dice con voz de niño ofendido Tomo. Hilary no pudo más que reír ante esa escenita de ternura.


- Buenos días, dormilona…- la despierta Mikey a Alice, zarandeándola un poco.
- ¿Qué?...-y se comienza a frotar los ojos para afrontar la luz que entrababa por la ventana abierta.
- Anoche te quedaste dormida en mi cama, así que… ¡Arriba! Ya es casi mediodía y tu amiga está abajo conversando con los chicos de Thirty Seconds- y, sacándole la manta de encima, agrega-. Vos sos la única que sigue durmiendo.
- ¿Se quedó toda la noche?- le pregunta asombrada- Seguramente habrá hecho unas cuantas maldades… ¡Tengo que hablar con esa maldita!- y se sienta en la cama. Todavía las cosas se le daban vueltas y sentía un fuerte dolor en la cabeza, como si la hubieran golpeado con un martillo.
- No te preocupes. Según lo que escuché, solamente mordió  a Shannon unas cuantas veces, nada más- y haciendo una pausa, añade-. Pero todos creen que vos y yo…
Alice se lo queda mirando pasmada. ¡Claro! ¡Qué estúpida había sido! ¿Qué iba a pensar todos, si ella se iba al cuarto de Mikey en las condiciones en las que estaba? ¿Qué iba a pensar Gerard? A pesar de haberla tratado mal, no quería que justamente él se enterase que había dormido en la pieza de su hermano.
- Esa no es una buena noticia, Way menor… Ya me voy- y se levantó de un salto de la cama, tratando de no tambalearse por el mareo.
- ¿Adónde vas a ir así vestida?- le pregunta asombrado Mike, arqueando una ceja. Era verdad: todavía llevaba puesto el vestido de ayer, y seguramente su cara y pelo eran un desastre- Yo que vos me doy una ducha y me cambio.
- Sí, bueno… ¿Pero dónde está mi ropa?- y comienza a buscarla como loca en toda la habitación, revisando debajo de la cama, entre las valijas y dentro de los cajones.
Mikey la observa apoyado en la puerta de entrada. Ella no se daba cuenta que el vestido se le había caído un poco, por lo que ahora tenía un acentuado escote y que los breteles de su sostén se le resbalaban por los hombros blancos. Y si bien su pelo era realmente un desastre, le quedaba bien ese aspecto desaliñado, pensaba el bajista. Lástima que quisiera caer en las garras de su hermano mayor.
- Ya está en el baño, princesa- le dice antes de que cometiera alguna locura, y le dedica una amplia sonrisa, cosa rara en Mikey.
Parándose en seco, Al se da media vuelta, y lo fulmina con una mirada asesina, cosa que lo hizo estremecerse de goce. Simplemente era divina.
- Para princesas está Paris Hilton.
Entonces Alice entra al baño, y recupera el aliento apoyándose detrás de la puerta. Siempre había supuesto que los artistas, sobre todo los músicos, causaban problemas, y estaba más que segura que ni siquiera Mikey Way con su sonrisa de niño quedaba exento de esa suposición.
Después de darse una ducha caliente, secarse y cambiarse, sale y le pide a Mikey que la acompañe al bar. Después de todo, aún no sentía la suficiente confianza como para andar paseándose entre estrellas sin un acompañante.

Al llegar abajo, se reúnen con los integrantes de las dos bandas. Ellos estaban arreglando los últimos detalles de un nuevo show. Se sentaron junto a Shannon y Hilary, quien recibió a su amiga totalmente sorprendida. Casi podían atisbarse un signo de interrogación en cada uno de los ojos. Alice le sonrió, pero inmediatamente otra persona captó su atención: Gerard. Digno de la diva que era, estaba sentado en la punta de la mesa, con las piernas cruzadas y pasando su mano sobre la barba de algunos días. Y la estaba mirando.
Enseguida apartó la vista del cantante, y antes de que su amiga comenzara a preguntarle por qué se estaba poniendo roja, le pidió que le contara todo lo que ella había hecho la noche anterior.
Así discurrió media hora antes de que les sirvieran pizzas y gaseosas para almorzar. Era el grupo más ruidoso en el que cualquiera de las dos adolescentes hubiera estado antes, y se sorprendieron de que no les pidieran retirarse, o al menos bajar la voz. Los chicos hacían chistes obscenos, ruidos de todo tipo y reían a carcajadas, menos el vocalista de My Chem.
- Hey, Al…-comenzó Hilary tomando a su amiga por el antebrazo, y acercándose para evitar que oídos indiscretos la oyeran- ¿Qué pasó anoche con Mikey, pendeja atrevida?
Antes de responder, Alice lanza una carcajada, sorprendida de que hubiese tardado tanto en haberle preguntado eso.
- Nada. Absolutamente nada, según lo que recuerdo y lo que me dijo él. Me dejó dormir en su cama- y antes de que Hil pudiera hacer alguna broma respecto a cuán incrédula era ella, le preguntó- ¿Qué tal las cosas con Shannon? ¿Qué me puedes de eso?
- Sólo nos emborrachamos y terminé tirada en su cama, pero nada más dormí…- y ante la cara de incredulidad de la otra chica, agregó:- No, yo tampoco podía creer que se hubiese ido a dormir con su hermano, y no se hubiera quedado conmigo, pero bueno…
- ¡Esto no puede quedar así!- sentencia Alice alzando su dedo índice- Me parece que tenemos que poner un poco más de emoción a este encuentro. Por ejemplo, puede que ahora esté enojada con Gerard, pero lo mismo pienso llevármelo a la cama- le confiesa con una sonrisa perversa.
- ¡Mikey!- grita Gee desde el extremo de la mesa, interrumpiendo así la conversación que todos estaban llevando- Todavía no me presentaste a tu nueva novia.
Las chicas intercambiaron miradas de sorpresa. Obviamente, Alice estaba comenzando a ponerse roja como un tomate, tanto por la vergüenza como por el enojo.
- No es mi novia, Gerard… La cuidé porque estaba pasada de copas, sólo eso- le responde Mike, cruzándose de brazos y mirando directamente a los ojos de su hermano.
- Así es, Gee…-comienza Frank desde el otro lado de la mesa, carraspeando antes de continuar- No es de nadie, pero sí de todos- y dirige una mirada cargada de sarcasmo y hasta un poco de odio a la aludida.
Alice, sin poder ni querer soportar más esa situación, se levanta de su asiento, corriéndolo hacia atrás con mucho estrépito. Antes de dar media vuelta para marcharse, mira a Frank con los ojos entrecerrados por el desprecio.
- Te lo dije anoche, Frankie:- dice su nombre arrastrando las letras- lo nuestro fue sólo por venganza- entonces sale del comedor, dejando la mesa en un completo e incómodo silencio. En silencio, la muchacha juraba que no iba a enredarse nunca más con músicos tan caprichosos como lo eran Gerard y Frank.
Pasados unos segundos, Hilary se levanta y sigue a su amiga, quien ya estaba saliendo por la puerta delantera del hotel. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, la tomó del brazo y la obligó a que se girara a verla a los ojos.
- ¿Se puede saber adónde vas a ir ahora?- le preguntó arqueando una ceja- ¿Vas a volver a tu departamento a llorar?
- No- le responde secamente Alice, a quien se le estaban comenzando a poner húmedos los ojos.
- ¿Entonces?- insiste Hil.
- Bueno, no sé. Venía acá para pensar y respirar aire sin contaminación de dióxido de carbono de músico… ¿Vos qué vas a hacer?
- Y… Seguramente Shannon se quedó preocupado porque salí atrás tuyo…- comenzó Hil, quien no quería despegarse un segundo del baterista.
- ¡Hey!- alguien grita a sus espaldas- ¿Pensabas irte sin decir siquiera adiós?
Era Mikey, quien venía a medio trote por el corredor, con cara de preocupación. Y detrás de él venía el mismísimo Shannon Leto, casi tan apresurado como el bajista.
- Hilary, no te vayas- le pide Shann a la chica cuando estuvo cerca-. No se vayan ahora. Pueden venir de gira con nosotros. ¿Les gustaría? Hay lugares disponibles para ustedes, y estaría encantado de que vinieras, Hil…- y mirando a la otra chica, añadió- Y de que también vinieras, Alice.
Las dos muchachas se miran asombradas ante las peticiones de los músicos. Jamás pensaron que les pedirían quedarse, menos aún que quisieran llevarlas de gira. Se habían quedado sin habla, con un grito de emoción estancado en medio de sus gargantas. No iban a gritar, no querían parecer como el resto de las fans, puesto que ya no eran como el resto de las fans. Se sentía grandioso poder pensar eso.
- Espero que puedas disculpar a Gerard y a Frank, Alice- dice Mikey-. No quiero que por su culpa no quieras venir con nosotros.
- Y yo te pido disculpas por las actitudes de mi hermano, Hil- acotó el baterista-. Cuando quiere es un pendejo insoportable.
- No hay problema- contestaron las dos amigas al unísono, con una sonrisa de oreja a oreja cada una. ¿Qué importaba unos pequeños problemas con esos chicos? No era nada que no tuviera solución.
- Genial- les contesta Shannon-. Mañana salimos rumbo a Canadá. Hay que dar unos conciertos ahí. Quizás conozcan más músicos. Vamos a dar un concierto con Avril Lavigne y algunos más.
- ¡Avie!- grita Alice, sorprendiendo a todos- ¡Avie tiene que venir con nosotros!
Hilary pone cara de fastidio por el escándalo que su amiga estaba haciendo. A veces le daban ganas de darle una patada y mandarla a volar cuando comenzaba así.
- ¿Quién es Avie?- pregunta confundido Mikey.
- Una amiga nuestra…- contesta Hil poniendo los ojos en blanco.
- ¡Y tiene que venir con nosotras!- exclama Alice- Ama a Avril Lavigne con toda su alma, como yo a My Chem o Hil a Thirty Seconds- y se vuelve hacia Shannon, que seguía con cara de no entender nada-. Por favor, Shannon, por favor. ¿Puede venir ella con nosotras?
- Eh…-titubea el baterista- Creo que primero debería consultarlo con el resto de los chicos y nuestros coordinadores, pero creo que no habría inconveniente.
- Yo me encargo de Gerard- se ofrece Mike-. Te dejo a Jared- y dándole una palmada en la espalda a Shann, vuelve adentro.
- Ustedes vayan a empacar, chicas- les dice Leto mayor-. Mañana salimos a primera hora.