viernes, 30 de diciembre de 2011

Capitulo 45


Devuelta en la fiesta, Hil va en busca de su amiga, viendo que Sannon había desaparecido. La fiesta se estaba terminando, sólo quedaban pocas personas en los sillones y en las mesas, para ella nadie importante. Entonces, viendo que la cosa no daba para más, decide terminar con su fiesta e irse a dormir, ya que casi amanecía. Alice no estaba en su cuarto, era obvio dónde estaba esa pendeja… A ver si ya le decía de una vez a Gerard lo del embarazo… “Otra vez el cuarto solo para Hilary”, piensa la chica mientras se quita los zapatos con una sonrisa de felicidad plantada en la cara. Se había agarrado a Shan, la fiesta había sido genial, y estaba lo bastante en pedo como para dormir doce horas. Pero, entonces, alguien golpea la puerta. Ella, con pocas ganas de todo menos dormir, se dirige a abrir la puerta, y, ¿quién era el que se dignaba a joderla a esas horas de la madrugada? Sí, su baterista.

-Hola… -Lo saluda tratando de no tambalearse mucho.

-¿Estás sola? –Le pregunta él entrando al cuarto sin pedir permiso.

-Em…sí. Alice esta con el novio, seguro que la está pasando bien la muy hija de puta…- y se corre para dejar pasar a Shannon, evitando tropezarse con sus propios pies y tratando de no enredarse al hablar.

-¿Y vos no la querés pasar igual de bien como ella? –Le dice agarrándola de la cintura mientras le corre el pelo de la cara.

- Em… no sé.- el alcohol y Shannon le hacían perder la cabeza.

-Yo sé que vos querés… -Le dice mientras la basa en el cuello, riendo por lo bajo.

Hil se deja besar por el baterista. Entre besos y caricias, esa noche termina como siempre Hilary quiso que terminara. Luego de mucho esperar, entre idas y vueltas, entre discusiones, este acto termina como la esperada reconciliación.

Ya era medio día, y ellos seguían durmiendo abrazados y medios enredados entre las sábanas. Hilary se despierta por la luz que entraba por la ventana y ve a Shannon en su cama como siempre lo quiso: desnudo y para ella sola. Para no despertar a Shannon, se levanta despacio y va al baño para tomar una ducha; “fue una noche dura la de anoche”, piensa con picardía la chica. Cuando termina de peinarse va de nuevo hacia donde estaba el chico y lo ve desperezándose en la cama.

-¡Hola! –Le grita, saltando arriba de él.

-Hola… -Medio dormido le responde, refregándose los ojos.

- Iba a buscar algo para que desayunemos juntos. Pero me cagaste, te despertaste antes.- y hace un pucherito mientras le acomoda el pelo.

- Jajaja, bueno, andá a buscar algo mientras yo me baño. –Le dice él mientras la besa en el cuello.

Hil se pone las zapatillas y baja en busca de su desayuno. En el vestíbulo la ve a Alice, quien también iba para el comedor.

- ¿A dónde te fuiste anoche pendeja? Te estaba buscando.- una mentirilla no le iba a venir mal; por lo menos fingir que se había preocupado por ella.

-Me fui con Gee…- responde Alice pidiendo un café, esquivando la mirada de su amiga. Hilary dedujo que algo no andaba bien en la cabeza de Al.

-Ah… - la mira con cara de sospecha- Hablé con Avie anoche. No me dijo nada importante, sólo me llamo para saludarme.

- Ah…- responde Alice distraídamente- ¿Dormiste sola?- entonces la mira con complicidad.

-¿A qué viene esa pregunta?- y Hilary sonríe recordando lo de la noche anterior.

-Respondé.- Insiste Alice mirándola por encima de la taza de café.

-No.

-Con Shannon, ¿verdad?- y le dedica media sonrisa.

Hilary no dice nada, sólo la mira dándole a entender que sí. Para Alice eso era más que suficiente para entender lo que su amiga quiso decir.

-¿Qué vas a hacer? ¿Hacen algo los chicos?- pregunta Hilary, desviando el tema de la charla para que no preguntara más.

-No sé, solo sé que mañana nos vamos para no sé dónde…- responde Alice volviendo a bajar la mirada. “O no tuvo sexo o algo pasó con Gerard…”, pinsa Hil mientras la mira pensativa.

-Okey… -Responde Hilary, dando la vuelta y volviendo con el desayuno para Shannon y ella.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Capitulo 44

Avie corta la llamada para evitar que Hil le preguntara algo sobre Avril, a quien no veía desde esa mañana en donde la había echado de la casa de su novio. Al salir de la casa de ese hijo de puta, tenía los ojos llenos de lágrimas, pero no se había dignado a dejar correr ninguna hasta llegar a la seguridad de su cuarto de hotel. Había estado esperando una llamada de la cantante durante dos horas, y había sido en vano. Entonces, creyendo que nunca más iba a querer Avril estar con ella, decide irse a donde estaban sus amigas.

Al mediodía había subido a un taxi con sus bolsos y había puesto rumbo al aeropuerto. Por suerte le quedaba algo de plata y tenía su documentación… Pero todo eso fue para nada, porque la empleada de boletería le dijo que hasta el día siguiente no habían vuelos para Inglaterra, todos los asientos estaban ocupados. Así que, totalmente resignada, vuelve al hotel y se tira abatida en la cama a pensar. ¿Tendría que llamarla a Avril para que no se preocupara? No, seguro estaba muy ocupada atendiendo al estúpido de su novio. Aún así, varias veces, estuvo a punto de marcar su número para aunque sea decirle adiós. Pero el enfado pudo más, y escondió su celular entre la ropa doblada, para así evitar esa tentación.

- ¿Avie, estás ahí?- una voz la despertó desde el otro lado de la puerta. Recién terminaba de hablar con Hil por el teléfono del cuarto…

- ¿Quién es?- pregunta desconfiada, refregándose los ojos para evitar que nuevas lágrimas se escaparan de sus ojos al recordar todo lo que había pasado el día anterior.

- Soy yo, tonta, abrime la puerta antes de que me descubran.

¿Era posible? Ahora la señorita se dignaba a presentarse en su cuarto. Mejor le abría y veía qué quería, decidió bajándose de la cama.

Al abrir la puerta, vio que Avril estaba parada, mirando para los costados, para así evitar miradas astutas que pudieran reconocerla. Como siempre que salía sin permiso de su novio, llevaba una capucha puesta y los anteojos de sol.

- Pasá…-le dice Avie dándole la espalda, dejando la puerta abierta para que entrara. No quería parecer hostil, pero todo eso era una sorpresa para ella.

- Hey, sobre lo de ayer…- comienza Avril tímidamente.

- Sí, sí, ya sé. Quedate tranquila, no voy a volver a tocar a tu novio.- la interrumpe Avie mordazmente.

- No, bueno, sí… Es que Brody y yo terminamos.

Avie se para en seco y la mira fijo, sin poder creérselo.

- ¿Melo decís en serio o para seguir conmigo a escondidas?- pregunta desconfiada.

- Te lo digo en serio, Av… Tenés razón, es un imbécil al que tendría que haber dejado hace mucho tiempo, pero no podía…- Avril mira al suelo con un deje de arrepentimiento.

- ¿Y por eso me echaste de esa forma, porque te dio lástima?- pregunta Avie cruzándose de brazos.

- No, te eché para que no siguieran peleando, no quería que te metieras en otro lío...- y al ver que eso no convencía a la chica, sigue- Mirá, yo a él lo quiero, pero nada más como a un amigo… Con vos es diferente, no sé…

Avie no le dice nada, sólo la mira a los ojos, como para comprobar que lo que dice es verdad. Y al parecer así era.

- Está bien…- logra decir con un hilo de voz.

Entonces Avril se le acerca, la toma por los hombros y la mira como pidiendo perdón. ¿Y qué otra cosa podría hacer ella? No se resistió a esos ojitos de cachorrito. Pero antes de que pudiera darle un beso, Avril la detiene.

- ¿Y esos bolsos?- le pregunta sorprendida.

- Em… Mañana me voy a Londres, con Hilary y Alice… Bueno, no sé ahora, pero esos eran mis planes antes de que entraras por la puerta.

- Okey… Mañana salimos para Londres las dos solas a ver a tus amigas- y le dedica una sonrisa de oreja a oreja, para finalmente besarla con ternura.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Capitulo 43

Iban llegando todos a la fiesta, de a poco se iba llenando al salón. Hilary estaba atenta a quién llegaba con quién, aunque había gente que no conocía, pero no importaba. Lo que ella quería era que esté lleno y pasarla bien sea como sea. Iba de un lado al otro recorriendo el lugar, de a ratos se sentaba con su amiga Alice, quien estaba con su novio. A ninguna de las dos le gustaba mucho bailar, así que Al se quedó con su chico toda la noche, y Hil… bueno, hizo de las suyas.

Por alguna razón buscaba a alguno de los Leto, a cualquiera, sólo quería verlos. Al no verlos enseguida, se sintió triste porque parecía que no pretendían aparecerse en toda la noche. Pero se equivocaba, porque a los minutos aparece Jared con un regalo. Ella, sorprendida, lo mira fijo a sus enormes ojos azules que ve debajo del antifaz, y le agradece. Por esas cosas raras de la vida, se ponen a hablar de la fiesta, de las máscaras y demás; Jared parecía de buen humor, a pesar de que estaba cansado por el show. Los dos hablan entretenidamente un rato como si nada, hasta que Jared se va con unos amigos que él mismo invito a la fiesta de la ex de su hermano. Hilary deja detrás de la barra el regalo de Jay, donde estaban todos los demás. Y, aprovechando que estaba ahí, pide un trago, se saca el antifaz y lo deja a un lado. De la nada aparecen Frank y Tomo, en busca de sus amigos que al parecer entre tanta gente no encontraban. Hil le dice a Frank dónde estaban los Way; Tomo pregunta por el Leto menor y también le dice dónde lo había visto por última vez. Pero antes de que Tomo se fuera, la cumplañera lo agarra del brazo y le dice:

-¿Lo viste a Shannon?

-Anda perdido por el otro lado de la barra con Tim y Brax.- y la mira de forma curiosa, volviendo a tomar un trago de daikiri.

-¿Vino con alguien? – insiste Hilary un poco celosa, pero tratando de disimularlo inútilmente.

- Em… ¿te réferis si vino con alguna puta?- le dedica media sonrisa de complicidad.

- Sí.-y lo mira exasperada.

-Creo que no…

-Okey… -Dice Hil aliviada.

Entonces ella se pone el antifaz y agarra su trago y va en busca del batero. Lo ve sentado en uno de los sillones junto a bajista y al tecladista de Mars, mientras se dirige a ellos, voltea y mira a su amiga, quien también la estaba mirando del otro lado, y le sonríe de una forma en la que Alice entendió la picardía que iba a hacer. Entonces Hilary acaricia la espalda del batero y se sienta en sus piernas sacándose el antifaz de la cara y mirándolo fijo.

-¡FELIZ CUMPLE! –Le grita Brax, con una voz un tanto quebrada. Sí, esos vasos de champagne le estaban comenzando a hacer efecto.

-¡Feliz cumple, loca! –Dice Tim, quien no parecía sufrir tanto los efectos de la cerveza.

-Gracias –Responde Hilary con su mejor sonrisa.

-Vení, acompañame a buscar algo más para tomar. –Le dice Brax al bajista. Era obvio que los querían dejar solos a esos dos.

Mientras los chicos se van, Hil les sonríe como sabiendo porque lo hicieron. Voltea y mira a Shannon fijo a los ojos, aun seguía en sentada en sus piernas, y comienza a acariciarle el pelo, lo mira de costado le pregunta:

-¿Cómo la estas pasando?

- Bien…- le responde esquivando la intensa mirada de la chica.

-¿Y tu máscara?- le pregunta revolviendo su cabello de forma juguetona.

-No la traje.-contesta secamente.

-¡Qué feo, eh!… y eso que dije que vengan con máscaras. –Le dice mientras se acerca cada vez más a Shannon.

-Bueno, basta. –La para a Hilary. -¿Qué querés?

-Nada, es una fiesta, es MI fiesta, la quiero pasar bien, nada más. –Le dice y, sin perder un segundo, lo besa. Él no le dice que no, la besa sin pensar en lo que pasó antes entre ellos. Siguieron así un largo rato, hasta que sonó el celular de Hil. Ella mira a la pantalla y ve que era Avie, así que contesta.

-¡Conchudaaaaa, feliz cumple! –Le grita Avie del otro lado.

-¡Ehhh! –Le contesta Hil parándose y yéndose para afuera a hablar, dejando a Shannon otra vez solo y con las ganas.

-Esperame, o yo te busco. –Le dice a Shannon que se paraba para acompañarla.

Una vez afuera, en el patio del hotel Hilary se pone a hablar con Avie, no fue una gran charla, ya que aparte de querer desearle un feliz cumpleaños, no parecía querer contarle más. Y, claro, Avie quería evitar contar lo que paso con Avril.

martes, 27 de diciembre de 2011

Capitulo 42

- ¡FELIIIIZ CUMPLEAÑOS, DORMILONAAAA!- le grita Alice a Hilary, tirándose en su cama y riendo a carcajada limpia.

- ¿Eh? ¿Qué pasó?- pregunta la cumpleañera tratando de abrir los ojos, pero una cegadora luz mañanera le daba en la cara y dificultaba llevar a cabo tal tarea.

- ¡Levantate, tonta!- escucha que dice Mikey desde una esquina del cuarto.

- ¿Qué mierda pasa acá?- pregunta Hilary muy enojada, sentándose en la cama.

En la habitación se encontraban nada menos que los hermanitos Way y Tomo, cada uno con una bolsa en mano, y Alice, quien sonría de forma radiante y reía por la cara de sorpresa de su amiga.

Para Hilary era incómodo estar en pijama frente a Gerard, Mikey y Tomo; pero a la vez un sentimiento reconfortante la invadió: al menos sabía con quién contar entre el grupo de músicos. Y Alice, esa pendeja depresiva que cuando quería le daba grandes sorpresas.

- ¡Es tu cumpleaños, tonta!- le dice Tomo, abrazándola estrechamente y dándole su regalo.

- ¿Qué?- no podía creer que se hubiese olvidado de su cumpleaños.

- ¡ES TU CUMPLEAÑOS, PAVA!- le grita Alice, riendo a carcajadas por la cara de gatito siamés enojado que su amiga ponía siempre cuando gritaban cerca de ella.

Sí, era su cumpleaños y tres tipos buenos estaban en su habitación con regalos para ella, y tenía a una loca que se reía de nada sentada en su cama… Así que lo único que pudo decir fue:

- ¡Rajen de acá, me quiero cambiar! ¡Vamos, afuera todos, rajen!- y así terminó echando a todos. Y detrás de la puerta, una verdadera sonrisa de alegría y gratitud se formó en sus labios. Sí, ya no iba a tener que preocuparse tanto por los Leto, ahora tenía amigos de verdad con quienes contar en momentos difíciles y con quien joder tranquila en las fiestas.

Hil ya se había duchado y cambiado, así que bajó a desayunar con sus amigos. Se sentó en la mesa junto a Alice y los chicos, y luego apareció Frank, que la sorprende de espaldas a Hil con un abrazo y le desea feliz cumpleaños, y se sienta a desayunar juntos. Sin perder tiempo, el Way menor pregunta:

- ¿Cómo vas a festejar tus… cuántos?- y muerde una tostada llena de mermelada.

- Em…- Hil mira a Alice esperando una respuesta de cuantos años cumplía… Eso de que la hubiesen levantado tan temprano y le recordaran que era su cumpleaños la había atontado un poco bastante.

- 20, querida- le dice Alice después de tomar un trago de capuccino.

- 20- afirma Hil sonriéndole a Mikey.

- ¡MIERDA! –Dice Tomo con los ojos grandes como platos.

- Jajaja, forro.

- ¿Y qué vas a hacer a la noche? –Pregunta el Way mayor.

- Quiero una fiesta al mejor estilo ‘Like It's Her Birthday’ De Good Charlotte.- responde con una sonrisa aún más grande y ojos soñadores.

- No pedias nada igual –Dice Frank con tono de sarcasmo.

- Si la hago, la hago bien, amigo.- y le guiña un ojo.

- Y Shannon te va a cantar: ‘Keep your hands off my girl’ –Dice Tomo, codeándola.

- Anda a cagar, puto.

Entre bromas, charlas y preparativos para el cumpleaños de Hilary, cada uno vuelve a lo suyo: los músicos con cosas de músicos, preparándose para su noche, y las chicas, las chicas lo de siempre, se quedan en sus cuartos haciendo nada.

Después de almorzar, Alice y Hilary salen a hacer las compras para la fiesta de esa noche. Alice estaba más emocionada que la misma Hilary por su cumpleaños. No sabían bien qué iban a comprar, ni la temática que iba a tener la fiesta.

Ellas compraron muchas cosas, mucho de todo. Máscaras, espumas, sombreros, pulseras de neón, confeti, y muchas cosas más. Se pasaron toda la tarde comprando eso. Era casi de noche cuando las muchachas decidieron ir a por lo más importante: la ropa. Los músicos ya estaban en el lugar donde tocaban así que no era molestia para las chicas, ellas siguieron recorriendo las calles de Londres, cargadas de bolsas de todo tipo, disfrutando el frío atardecer y sorprendiéndose una vez más por las maravillas de aquella grandiosa ciudad.

Ya era tarde cuando las chicas vuelven al hotel un poco cansadas pero felices de por haber conseguido todo lo que querían. Al llegar al hotel, Tim y Brax les dicen que la fiesta se iba a hacer en el salón de eventos del hotel. Ellas simplemente no podían creerlo. Dejaron todo a los encargados de la decoración y ellas se dirigieron a su cuarto a prepararse. Entre idas y vueltas por el cuarto, no apuradas pero ansiosas, las chicas se cambian, peinan y maquillan. Los chicos llegan del concierto, y en cada cuarto encuentran una nota de Hilary que decía: ‘Hoy mi cumple, fiesta de mascaras, neón, espumas y esas cosas. Te espero. No te olvides de llevar máscara o antifaz.’ Todos estaban invitados, y estaba permitido llevar a alguien.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Capitulo 41

-¿Cómo puede ser que nos encontraron? DIOS.- Dijo Avril con un tono desesperado mientras recorría la habitación de un lado a otro. Habían pasado dos días de lo ocurrido en el parque de diversiones.

- Bueno, pero… Por lo menos todavía no salió en el noticiero que mira Brody, ¿verdad?- preguntó Avie algo tímida.

- No, no, pero seguro que en cualquier momento se entera… Dios, soy una estúpida que no debería haber hecho nada malo… Me quiero pegar un tiro…

-Tranquilizate amor, no pasa nad...- intentó calmarla Avie, tocando suavemente su hombro.

- Sí que pasa loco, ¡no puede ser que se hayan enterado! Boluda, quiero mantener el perfil bajo y esto es absolutamente todo lo contrario.- Interrumpió la diva.

Por otro lado en la casa de Avril, se encontraba Brody haciendo zapping.

- "En otras noticias, la cantante canadiense Avril Lavigne fue vista esta tarde por periodistas encubiertos en un parque de diversiones, acompañada por una chica. Los fotógrafos afirman que esta joven besó a la cantante durante su vuelta en la ruleta de la fortuna..."- decía una reportera en el noticiero. Brody, asombrado, suelta su cerveza y se inclina para ver mejor los títulos en la televisión.

- ¿Qué mierda...?- Sí, definitivamente, esa era su novia, y la otra era la niña que tantas veces acompañaba a Avril... Avie. Así se llamaba. Sí, y esa pendeja había besado a su novia. Los celos y el odio se apoderaron de la conciencia del muchacho, quien, encolerizado, tomó su celular para llamar a Avril.

Avril se sentó en la cama junto a Avie, la abrazo mientras apoyaba lentamente su cabeza en el hombro de la chica, Avie la rodeo con los brazos, le beso la cabeza y dijo que se quedara tranquila… No iba a dejar que nada malo le pasase al amor de su corta vida.

De repente sonó un celular. Avril se levanto exaltada, tomó su móvil, miró la pantalla y prácticamente se paralizó cuando vio que era Brody el que estaba llamando. Levantó la mirada hacia Avie y luego atendió:

-Hola... Brody.- Pronuncio entrecortadamente.

-Lavigne quiero que vengas ya para casa, que no te vea nadie ¿entendiste?- Y se finalizó la llamada.
Avril camino rápidamente hasta Avie, la abrazo se dio media vuelta y se fue sin decir nada más.

Avie se quedo sentada un rato, pensando. ¿Adónde iría la otra, con esa cara de miedo? No, no iba a dejarla sola, así que se levantó y la siguió. Observó cómo salía por la puerta muy apurada y se subía a la camioneta. Al ver que la cantante se perdía de vista, Avie paró un taxi y le dijo al conductor que siguiera disimuladamente la camioneta. No, no iba a dejar que nada malo le pasara a su chica favorita.

Avril conducía muy rápido, observó Avie, quien iba callada para evitar preguntas del chofer. Entonces, por fin, ve que se detiene frente al portón de la casa del idiota de Brody.

- Dejame aca…- le dice la chica al taxista, que paró dos cuadras antes de llegar a lo del novio de SU chica. Avie le dio unos billetes por la ventanilla baja y comenzó a correr hacia la casa del idiota ese. Avril ya había entrado hacía un minuto, y no sería nada prudente aparecerse así como si nada en la casa del cornudo de Brody. Gracias al cielo, Avril había olvidado el portón abierto al entrar, por lo que la joven pudo meterse al patio delantero y esconderse bajo la ventana de la sala, donde la ahora no tan feliz pareja estaba discutiendo. Para evitar que los transeúntes la vieran, se escondió detrás de una planta frondosa de lavanda, y aún así podía levantar la cabeza para ver qué era lo que ocurría dentro de la vivienda.

- Vida, en serio, no pasó nada con Avie, sólo somos amigas… ¿Cómo podés creer que voy a andar engañándote, encima con una chica?- escuchó Avie que soltaba entre sollozos la que antes había besado. Lo que dijo le dolió muchísimo, la lastimo en lo más hondo de su ser. ¿Qué tenía de malo que se quisieran y desearan estar juntas? ¿Por qué siempre la excusa de “sólo somos amigas”? ¿Por qué no enfrentaba la realidad, y admitía que hacía semanas que venía enredándose con ella? “Porque tiene miedo”, fue la respuesta que recibió Avie de su conciencia.

- ¡Lo creo porque esas fotos muestran claramente que vos y esa trola andaban a los besos en un parque de diversiones, al que no me dejaste ir porque iban a “hablar cosas de chicas que no te importan”!- le espetó Brody furioso, imitando la voz de la cantante.

- No, no es así, amor, no…- Avie vio cómo bajaba la cabeza arrepentida y abatida. Sí, era hora que confesara que había sido una chica mala.

Pero Brody no le dio tiempo a nada. En cuanto Avril lo miró con lágrimas en los ojos, éste le dio un puñetazo que fue a parar en toda su mejilla derecha. El golpe hizo que la chica se cayera al suelo, con sangre en la boca y un hematoma que seguramente se haría mucho más grande con el paso de los días.

Entonces Avie no pudo más. Cruzó corriendo el umbral de la casa del idiota de Brody, entró en la sala echa una furia y se echó encima del tipo, tirándolo a él también al suelo, mientras le daba golpes con sus pequeñas pero fuertes manos. Brody trataba de defenderse, pero la sorpresa había sido enorme. Avie atacaba sólo porque estaba más que enojada, estaba furiosa con ese imbécil; quería partirle la cabeza a la mitad, quería que su sangre bañara sus manos, quería…

- ¡¡AVIE!!- gritó desesperada Avril, quien luego tomó a la chica por los hombros para sacarla de encima de su novio. Brody tenía la cara cubierta de rasguños y le sangraba la nariz y el labio inferior de forma prominente. No eran heridas graves, claro que no, pero la sorpresa y el miedo eran factores que juntos podían paralizar a una persona, imposibilitándola de levantarse del suelo.

- ¡HIJO DE PUTA, TE VOY A ROMPER LA CABEZA A PATADAS, PEDAZO DE MIERDA!- gritaba Avie tratando de liberarse de las manos de la cantante. Realmente estaba fuera de sí, con su buena razón: ese tarado que estaba en el suelo sangrando hacía un momento acababa de pegarle a la chica que más amaba en toda la tierra.

- ¡HEY, HEY! ¡Avie, calmate! ¡AVIE!- gritaba Avril mirando a su amiga para poder tranquilizarla un poco- ¡AVIE, BASTA!

Al final la aludida se quedó quieta, mas no desapareció la mirada de odio que le dirigía a Brody. Entonces, de la boca de Avril salieron las palabras que Avie jamás había pensado llegar a oír:

- Avie, andate de esta casa y no vuelvas a buscarme.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Capitulo 40

De camino al recital, las chicas charlan y Hilary le pregunta a Alice.

-¿Cuándo le vas a decir eso a Gerard?

-No sé, voy a esperar el momento indicado, quizás después del recital, no le quiero cagar la noche. O capas espere a que este confirmado.

-Okey, se te va a armar la gorda.

-¡Basta! Me da miedo.

Llegan al recital, todo normal, parecía como la noche anterior, putas y zorras por todos lados, no importaba los chicos se veían súper sexys.

Termina el recital, todos de regreso al hotel y Alice ansiosa y nerviosa por hablar con su novio y darle la noticia. Alice se queda en la habitación mientras Hilary va en busca del novio de su amiga para decirle que vaya a hablar con ella y así mientras Hil se va y los deja solos.

-¿Qué paso? –Pregunta Gerard preocupado. –Hil me dijo que me tenías que decir algo.

-Sí, no sé.

-¿Pero qué te pasa? ¿Estás bien? Estás rara hace un par de días…

- No, nada, amor. Nada más quería pasar tiempo con vos. Estás como muy ido con los recitales y eso…

- ¿Segura que es eso no más?- le pregunta él acariciándole el cabello.

- Sí, bueno… Y también para saber sobre nuestro futuro, no sé…

- ¿Nuestro futuro?- pregunta interesado Gee.

- Sí, no sé…- ella deja caer su cabeza en el hombro de él- Sobre si vamos a seguir juntos después de toda esta gira, y si es así vamos a dar más pasos…

- ¿Más pasos?

- Sí, me refiero a un casamiento… ¿Te gustaría tener hijos?- los ojos de Gee se clavan en los de Alice.

- Bueno, para serte sincero… No. No creo. Ya estoy algo “viejo” para volver a ser padre y…

- ¡No estás viejo!- y Alice le da una palmada en el brazo.

- Bueno, no, pero… La verdad es que ahora no me agrada mucho la idea de tener hijos. No está en mi lista de “100 cosas que hacer antes de morir después que Lin-Z me dejara”.

- Oh…- la chica queda desilusionada pero no dice nada. Ahora menos que menos tenía el valor para decirle sus sospechas a Gerard. Por suerte de ella, Gee no se percata de su cambio de humor, y sigue hablándole sobre sus deseos para el futuro: comprarse por fin su tan anhelado Corvette rojo descapotable, una casa en México y cosas así.

Esa noche Alice, después de despedir a Gerard de su cuarto, se duerme entre sollozos disimulados, no quería que Hilary la descubriera en tan vulnerable estado. ¿Qué haría ahora que su novio no quería saber nada de bebés?

viernes, 23 de diciembre de 2011

Capitulo 39


- Bueno, chicas, esta noche tenemos otro show- les anunció Tomo, quien iba acompañado por Bob y Ray.
- Esperamos que haya más gente que ayer…- comenta Bobby.
- Así que mucho cuidado con las putas rubias, Hilary- le dice Ray en broma, recordando lo de la noche anterior.
Las chicas estaban desayunando, habían decidido salir a dar una vuelta por las calles londinenses. Querían comprar algunas cosas, pasar un rato de chicas tranquilo.
Comienzan a caminar guiadas por la apariencia de las vidrieras y los sitios históricos. Era genial no sentirse perseguida por novios o paparazzis, nadie las conocía en ese lugar, por lo que podían hacer lo que se les cantara.
Entonces ven a Avie y Avril en la portada de un diario. Las chicas se miran sorprendidas y lo compran, muertas de curiosidad y asombro. También una pizca de miedo se apodera de las dos. ¿Qué hacía su amiga en un diario?
- “Nuevo escándalo de Avril. El pasado jueves, fotógrafos encubiertos descubrieron a la cantante canadiense Avril Lavigne en un parque de diversiones acompañada no por su novio Brody Jenner, sino por una joven de unos dieciocho o diecinueve años, quien la habría besado en la rueda de la fortuna. Muchos afirman que…” bla, bla, bla.
- Woooow- suelta Hil sorprendida-. ¡Hay que llamarla!
- Síp, creo lo mismo…-dice Alice sin soltar el diario.
Hilary toma su celular, verifica que tuviera algo de señal y marca el número de su amiga.
- ¿Hola?- pregunta Avie adormilada.
- ¡BOLUDA, TE VIMOS EN EL DIARIO! ¿QUÉ HICISTE?- pregunta Hilary emocionada.
- ¿Eh? Ah, sí… Nada, le di un beso, pero no sabíamos que nos habían seguido. Así que ahora estamos soportando toda esta mierda…
- ¿ESTÁS EN LA CASA DE AVRIL?- pregunta Alice desde atrás de Hil.
- Huy, locas, ¡no griten! Sí, me estoy quedando en lo de ella…
Y así siguió la charla, todas medias emocionadas por lo que había pasado. Alice aprovecha y le cuenta sus sospechas de estar embarazada.
- ¡VOY A SER TÍA! Jodete, boluda, hubieses usado forro…
- Gracias por tu gran apoyo moral, significa mucho para mí…
- Bueno, bueno…- se mete Hilary sacándole el teléfono a Alice.
Terminan la conversación, prometiéndose llamarse más seguido para estar al tanto de las noticias de las otras. Entonces las dos amigas siguen su paseo. Hilary interesada en las fabulosas tiendas de ropa, y Alice metida en las librerías y sacándole fotos a lugares históricos y monumentos. Después de horas de caminata, las chicas vuelven al hotel, donde los músicos, o la gran mayoría las estaban esperando.
- ¿Vienen con nosotros o se quedan en el hotel?- pregunta Gerard abrazando a Alice por los hombros.
- No vamos ahora. Acomodamos las compras y vamos por nuestra cuenta, no se preocupen.-responde Hil.
- Bueno, acá tienen los pases, chicas.- y Frank les entrega dos pases idénticos a sus nuevas amigas. Los chicos se despiden y se van.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Capitulo 38


- Boluda, ¿dónde estás?- medio le grita Hil por el celular.
- Em, acá con los chicos comiendo algo en patio de comidas… ¿Por?
- Es que me estoy cagando de aburrimiento acá al costado del escenario… Ahora bajo y voy con ustedes, esperame.
- Bueno, apurate, te tengo que contar algo…- Alice sonaba preocupada desde el otro lado de la línea.
- ¿Qué pasó?
- Vos vení y te cuento.
Diez minutos después estaban Hil y Alice sentadas en un rincón de la mesa. La cara de Hil dejaba ver claramente su sorpresa, y Alice parecía muy triste. Los chicos de My Chemical Romance las miraban con curiosidad, pero respetaron la relación de las amigas. Estaban hablando desde hacía más de media hora, y parecía que tenían para rato. Gerard, algo preocupado, se acerca y abraza a Alice por la cintura.
- ¿Está todo bien, amor?- le pregunta al oído.
- Sí, sí, todo bien, Gee- responde ella evasiva.
El cantante medio se sorprende por el tono cortante de su novia, pero no le recrimina nada y se va con los chicos a preparar los instrumentos.
- ¿Qué le pasa a tu novia?- le pregunta Mikey a su hermano.
- No tengo idea. Desde hoy a la mañana que anda media rara: primero que se sentía descompuesta y ahora esto. No sé.
- Y… Quizás anda en sus días…- comenta Mike.
- Qué sé yo…
Entonces se dejó de hablar del tema para comenzar a prepararse. Los fans estaban comenzando a llegar a montones y los nervios estaban comenzando a aparecer. Era hora de romperlo todo.
Y así lo hicieron. Primero tocó MCR; las fans estaban como perras alzadas apretándose contras las vallas de seguridad, gritando los nombres de sus ídolos, coreando todas las canciones, tanto las viejas tanto como las nuevas. Los chicos estaban fascinados con todos ellos, eso siempre les daba ánimos para seguir tocando y satisfacer el deseo de tanto público.
Luego, vino 30STM. Las chicas, nuevamente, estaban como locas. También tocaron excepcionalmente, y cuando llegó la hora de Kings and Queens, mucha gente sube al escenario, entre ellos, una rubia despampanante con ropa que no dejaba casi nada a la imaginación. Hilary, desde detrás del telón la ve acercarse peligrosamente a Jared, quien haciéndose el tonto, hacía de cuenta que no había visto a la rubia. Hil se mete entre el público, acercándose rápidamente a la rubia puta, sin perderla de vista. La rubia estaba detrás de Jared, coreando la canción y moviendo un poco las caderas.
- Puta, puta, puta, puta…- iba diciendo Hil mientras se acercaba. Entonces, después de lograr pasar entre la multitud, se pone detrás de ella y la empuja, haciendo que quede desparramada en el piso. La rubia la queda mirando con su mejor cara de odio, y Hil le pide perdón de una forma demasiado falsa. Pero sólo quedó en eso, puesto que ella se retira de nuevo detrás del telón.

Ya estaban en hotel. Alice acostada leyendo, y Hilary mirando tele en pijama, las dos comiendo chocolates que Frank les había comprado en una tiendita.
- Apagá la luz, vamos a dormir…- rezonga Hil desde su cama.
- Está bien…- entonces Alice apaga su velador, deja el libro a un costado y se tapa hasta las orejas. Pero su momento de paz duró unos minutos, porque al instante alguien toca la puerta del cuarto insistentemente.
- Andá a atender.-dice Hilary.
- No, andá vos, no jodas…
Entonces Hil protestando se levanta de la cama.
- Si es tu novio se van a otro lado a joder porque yo quiero dormir…
Pero, no, no era Gerard. Quien estaba parado en la puerta tambaleándose y con una botella medio vacía de vodka en la mano era Shannon. Se notaba que todo eso que le faltaba a la botella se lo había tomado él, porque apenas si se podía mantenerse en pie y tenía la mirada desenfocada… Ni hablar del olor a alcohol que su respiración desprendía.
- ¿Qué mierda querés?- le pregunta Hilary por lo bajo, como el amenazador sonido de una víbora de cascabel.
- ¿Y…Yo?- entonces a tropezones Shannon se mete al cuarto soltando maldiciones- Yo quiero… Quiero…- y se cuelga mirando un cuadro en la pared.
- ¡Dale! ¿Qué querés, idiota?- insiste la chica. Alice queda mirándolos con cara de sorpresa y se tapa más, aunque Shan no la mirara a ella.
- ¿Eh?- y la mira. Parecía que tenía lágrimas en los ojos, pero seguro era causa del alcohol.
- ¡¡DECIME QUÉ HACÉS ACÁ, CHRISTOFER!!- suelta Hilary furiosa.
- Yo vine para… Para… Que quiero volver… Sí, quiero volver con vos… Sos como… Como los platillos de la batería… Vos siempre le das el toque… especial… a todo…- le dice mirándola a los ojos, pero sin parar de tambalearse.
- Sentate en la cama.- dice la chica sin mirarlo a él, algo incómoda.
- Sí, sí…-entonces el baterista se tira en la cama, dejando en el piso la botella.
- Em… Yo me voy a… Dar un baño… Hablen tranquilos.- entonces de un salto sale de la cama, toma unos toallas y se mete al baño cerrando con llave.
Hilary se queda parada en medio del cuarto, sin saber qué hacer o decir. Tenía a un baterista borracho tirado en su cama, que acababa de decirle que quería volver con ella y la había comparado con los platillos de una batería. Eso era raro.
- Hilaryyy… Vení…-decía Shannon por lo bajo.
- Dejame de joder, Shannon. ¡Hace unas horas andabas de putas y ahora me decís que querés volver conmigo! Dale, andate, no te quiero soportar.- y le abre la puerta.
- No, dale, no seas maldita… Un ratito no más…
- ¡No, boludo, no tengo ganas de soportarte ahora, pendejo!- se acerca y lo toma del brazo. Así lo lleva hasta la puerta, donde él se para en seco, se acerca a la cara de Hilary y trata de besarla.
- ¡¡NO!!- y le da una cachetada. Estaba harta de tener que lidiar con estúpidos músicos.
- Mirá- comienza Shannon-, que vos fuiste la primera que cagó la relación… Vos te agarraste a mi hermano, como hicieron todas las putas anteriores… ¿Y te venís a enojar porque yo me fui a ver a unas amigas de Jared?- Hilary no le dice nada, pero lo mira con cara de fastidio- Ah, no, ya sé… Vos no estabas enojada porque yo había andado con las minas… ¡VOS TE CALENTASTE PORQUE JARED SE ACOSTÓ CON UNA DE SUS EX! Siempre fue mi hermano, a mí nada más me usaste para llegar a él porque no te quiso…
- ¡Y A MÍ QUÉ ME IMPORTA CON QUIÉN SE ACUESTA TU HERMANO! Si al final me lo agarré lo mismo, ¿o no?
- ¿Ves que sos una zorra más? No sé en qué mierda pensaba cuando las dejamos venir… Nada más causaron problemas… Sobre todo vos, que anduviste con casi todos.
- Si tanto te molesta andá a acostarte con una puta, ¡PEDAZO DE CONCHUDO!- Entonces Hilary enojada le cierra la puerta en la cara, deseando que Shannon se vaya al mismísimo infierno.
Alice, tímidamente, saca la cabeza por la abertura de la puerta, y al ver que el tipo no estaba más en el cuarto, se va hasta su cama y la mira a Hil, quien comenzaba a dar vueltas hecha una fiera. Era mejor dejar las preguntas para el día siguiente. Aunque decidió pronunciar una sola palabra:
- Vendetta.

Capitulo 37


Nadie entendía el odio repentino de la chica por el baterista. Alice sorprendida le pregunta:
- ¿Qué paso?
- ¡Está de putaaaaas! ¡DE -PU-TAS! Era obvio, yo te dije…- entonces comenzó a golpear almohadones a lo loco.
-¿Pero qué te dijo?- preguntó de nuevo Alice, evitando las almohadas que su amiga comenzaba a tirar por toda la habitación.
- Supuestamente están buscando nuevas fechas. O sea me vio… no, no me vio porque estábamos hablando por teléfono, bueno… ¿pero se cree que soy pelotuda o qué onda? Para eso está Emma, ¿qué mierda tienen que ir a buscar fechas ellos?
- Bueno, tranquila… –Dice Gerard sentándose en la cama junto a Alice y su amiga.
- No, boludo. Me rompe las pelotas que sea tan infantil, que no tenga huevos para decir la verdad…- entonces esconde la cara entre sus manos.
-Pero capas que es verdad, no sé…- se aventura Al tímidamente.
-No, Alice. Me dijo que se fueron a buscar fechas y están con unas supuestas amigas de Jared. Todas las ‘amigas’ de Jared son GA-TOS, o sea: ¿qué amigas normales, con las que no se acuesta, tiene? ¿Eh?- y los fulmina a los dos con la mirada.
-Bueno, calmate, que así no vas a solucionar nada. Voy a avisarles al resto que pudimos comunicarnos con los otros. –Les dice Gerard mientras se dirige a la puerta.
- …¡en tres horas vuelven! –Le grita Hilary, y como respuesta tiene un portazo.
Los demás se tranquilizan al saber la noticia que traía Gerard. Un poco más calmados, deciden ir a dormir, ya que era muy tarde y los nervios que tuvieron que pasar hacía un rato parecía que los había agotado.
Al otro día todos parten para ir a la prueba de sonido, del estadio en donde tocarían esa noche. Aparecen los hermanitos Leto, y luego de responder un par de preguntas sobre su paradero la noche anterior, deciden partir. Nadie se habla; entre que algunos estaban medios dormidos, y a otros no les gustaba hablar por la mañana, iban todos callados. Era muy temprano, hacía frio y para las chicas eso era muy aburrido. En cambio los músicos se entretenían haciendo la prueba de sonido. Mientras que Alice estaba con su novio, Hilary se queda a un costado tomando un café, y sin esperárselo aparece Shannon y la saluda. Hilary lo mira con desconfianza, no le responde el saludo y se va. Shannon queda, otra vez, con las palabras en la boca, y ve cómo ella se aleja hacia las escaleras de un costado del escenario.
Ella estaba sentada sola a un costado, mirando como pasaban los técnicos con cables, parlantes, luces y ese tipo de cosas. Entre tanta gente aparece Jared; intercambian una mirada fría y seca, y continúan cada uno con lo suyo. Ya aburrida Hil, decide ir a buscar a su amiga, pero, no estaba. ‘¿Donde mierda está esta pendeja?’ se pregunta caminando entre los cables y las guitarras, pero no era la única que no estaba. No estaba ninguno de la banda MCR. ‘Se fue sin mí, sin avisarme, okey, qué buena amiga.’ Piensa mientras la sigue buscando. Luego de recorrer se sienta en un bafle y mira a su banda mientras arreglaban el sonido. 

¿Qué carajo le pasaba? “No comí nada raro…”, pensaba Alice, sentada sobre la tapa del inodoro. Seguía muy descompuesta, pero no tenía ganas de vomitar. “A ver… Desayuné un café con tostadas, y ayer cené pollo con ensaladas…No creo que eso me haya caído mal…”. Seguía pensando. Quizás no fuera nada, pero era mejor pensarlo bien. Entonces, oh, qué tonta había sido, qué inocente y estúpida. Cuando lo hizo con Gerard, ninguno de los dos se había cuidado, ninguno de los dos había pensado en usar un preservativo.
- Mierda.- fue lo único que logró decir antes de echarse a llorar desconsoladamente. Sí, había sido una estúpida, y ahora pagaba las consecuencias.

Capitulo 36


Nadie sabía dónde podrían estar los hermanos Shannon y Jared. Habían tratado de llamarlos, pero parecía que sus celulares estaban apagados; tampoco respondías correos electrónicos ni nada. Se habían borrado del mapa.
Cuando Hil y Tomo llegaron al hotel, estaba comenzando a oscurecer. Ahora era cerca de la media noche, y todos estaban desesperados. Dentro de unas horas tendrías que presentarse en un estadio de fútbol para dar otro gran concierto… Ojalá así fuera, pensaba la mayoría. Nadie tenía esperanza a tal altas horas de la noche.
- ¿Se fueron así como así?- le preguntó Hil a Gerard, quien caminaba de un lado al otro de la habitación, con el celular en la mano esperando recibir alguna noticia.
- ¿Y si los secuestraron?- Alice lucía muy preocupada y afligida. Preocupada por la misma razón que todos; afligida por no poder ser de gran ayuda.
- No, no… Ellos se fueron del hotel, Bob los vio salir cada uno con una pequeña mochila. No sé, ni se fijaron si los seguían o qué… Dijo que parecían contentos… Así que no creo que haya sido un secuestro, Al.- concluyó Gee.
Si no había sido un secuestro, ¿entonces qué? ¿Se habían ido por voluntad propia a qué? Cada vez parecía más rara la situación. Ni siquiera sus compañeros de banda sabían nada relevante.
- Quizás estaban contentos porque iban a encontrarse con dos minas o más… A esos les prometés culo y tetas y van a donde sea.
- ¡Hilary!- Alice la miraba sorprendida.
- Y si es así… ¿Me lo vas a negar, vos que también sabés cómo es Shannon?
Un incómodo silencio se apoderó de la habitación de las chicas. Gerard no preguntó nada, prefirió no meterse en ese juego de miradas y recuerdos que las dos amigas compartían como si como sólo un pestañeo pudieran comunicarse. Y algo así era.
- Bueno, tenés algo de razón… ¿Pero no estás preocupada?
- Sí, más vale que estoy preocupada… Pero no puedo hacer nada.
Entonces Gerard se para en seco frente a Hil, le pasa su móvil y le dice:
- ¡Llamalo a Shannon!- le dice entusiasmado.
- ¿Qué? No, ni en pedo…
- Daleeee… Ahí llama…- y le pasa el celular a la desconcertada muchacha.
Sí, estaba llamando. Mierda, mierda, mierda. Entonces la voz cansada de Shann responde, y luego se sorprender al escuchar la voz de su ex. Ella le pregunta que dónde estaban, él le dice que estaban en Oxford.
- ¿Qué hacen en Oxford?- preguntó ella sorprendida.
- Vinimos a buscar más… Shows- contesta de forma poco convincente Shan-. Y Jared quería visitar a unas amigas de él.
- Ah, okey. Vuelvan rápido, que todos están preocupados. Chau…
- Sí, sí, dentro de tres horas salimos para allá. Pero, Hil, ¿estás…
Entonces Hilary cuelga el teléfono, dejando a Shan con las preguntas en la boca. Alice y Gee se miraban sorprendidos por el drástico cambio de humor de su amiga. De repente su cara cambió de preocupación a enojo. Ella sólo deja el celular sobre la cama y se tira boca abajo, tapándose la cara con la almohada y sólo dos palabras salen de su boca:
- ¡¡¡LO ODIOOO!!! 

Capitulo 35


No le importaba que la miraran por la calle, porque ella hubiese hecho lo mismo al ver a una joven vestida como para salir de noche, con el maquillaje hecho un desastre y los rulos desarmados. Sólo quería caminar, olvidar a los Leto, volver a su mundo de verdad… Dejar de vagar en ese mundo donde tus ídolos te lastiman, donde las tentaciones están a la vuelta de la esquina y donde sólo unas pocas logran sobrevivir. Sí, era el mismo mundo que compartía con Alice antes de iniciar el viaje, pero todo parecía tan irreal.
- Esto sólo es un mundo paralelo e imposible…- comenta Hilary cruzando entre pequeños mercados. ¿Cuánto tiempo llevaba caminando? ¿Dónde estaba? Ya no le importaba eso. Se sentía como una niña que necesita el abrazo protector de su mamá.
Había parado de llover, sin embargo el sol no salía. Todo parecía gris, como en las películas cuando algo malo le pasaba al bueno. Pero ella no era buena, no. “Me comporté como una puta, lo sé… Ahora pago por eso. Pero Jared podría haberse disculpado conmigo, aunque ambos hayamos disfrutado ese beso…” Nadie en el mundo era bueno, tampoco la tierna y sensible Alice, ni la rebelde de Avie. ¿Y qué mierda si se había comportado como una puta? ¿Qué chica o gay, con tales pendejos grandes tan buenos, se hubiera controlado? NADIE. Nadie podía con el encanto de aquellos músicos, aquellos artistas. Sí, porque eran las musas versión masculina, divinidades que para la mayoría eran imposibles de conseguir. Y ella había podido estar con cuatro de ellas. Y aún así estaba deseosa de más. Quería probar lo prohibido de cada uno de esos pequeños dioses, de cada uno de esos galanes que podrían parecer iguales, pero eran tan diferentes.
- Bueno, me vas a hacer bajar como diez kilos, pendeja… Pará un poco…
- ¿Eh?...
Hilary se da media vuelta en busca de la voz que la sacó de sus delirantes pensamientos. Entonces, a sólo cinco pasos de ella, estaba Tomo, con las manos en las rodillas, tratando de recuperar el aliento. Llevaba una campera de cuero, unos jeans negros y zapatillas deportivas; el pelo atado, para evitar la humedad. Él la miraba preocupado, y medio como reprochándola.
- ¿Qué hacés acá?- le pregunta la chica sorprendida. Lo último que le faltaba, un pelilargo que la persigue por todo Londres.
- Te vengo siguiendo desde que saliste del hotel, Hilary. Le conté a Alice cómo te había visto salir tan atropelladamente, y quiso venir conmigo, pero le dije que se quedara por si llegabas a volver…- entonces se le acerca despacio, la toma de una mano y juntos se sientan en el banco de una pequeña plaza. Hilary evitaba mirarlo a los ojos, no quería hablar de nada, no quería más quilombos ni estrellas jodidamente seductoras.
- Tomo, en serio… No quiero hablar… Dejame sola…- comenzó diciendo ella.
- Claro que no vengo para que me digas que te pasa. Si vos querés me vas a decir, sino no. Nada más te quería decir que con tus amigas podés contar, y conmigo también, aunque no hayamos hablado tanto. No me gusta ver a una chica mal por culpa de dos tarados, que si bien son mis amigos, son tarados a veces…- entonces unas lágrimas solitarias caen de los ojos de la chica- Sé que lo único que necesitás es un abrazo, ¿o me equivoco?- entonces Tomo, sin importarle la cara de sorpresa de Hil, la abraza estrechamente, como si fuera un padre abrazando a su hija que acaba de caerse de la bicicleta. Entonces todos los llantos y enojos reprimidos de Hilary se liberan casi por magia, dejando el hombro de Tomo manchado de lágrimas y angustias pasadas y nuevas.

Llegando al hotel, Alice sale corriendo de adentro para recibir a su amiga con cara de preocupación y angustia. Alice portaba malas noticias: los Leto se habían ido del hotel y nadie sabía dónde estaban.

Capitulo 34


A la mañana siguiente, Alice se despierta en su cama, con los brazos de Gerard alrededor de su desnuda cintura. Sí, habían tenido una noche totalmente apasionada y loca. Y, sí, Alice había perdido lo que quedaba de inocencia con el mismísimo Gerard Arthur Way Lee.
- Buenos días, cielo…- le dice él mordiéndole un hombro de forma dulce.
- Hola, amor…- responde ella dándose vuelta para poder besarlo.
Estaban los dos solos en el cuarto, por lo que… ¿Dónde estaría Hilary? Ay, no importaba, seguro estaba con alguno de los chicos haciendo de las suyas. Era temprano, el cielo seguía gris y hacía frío… Y los brazos de Gee la protegían del mundo entero.
- Estuviste excelente anoche, amor…- le comenta el cantante al oído.
- Bueno… Emm… ¿Gracias? Aunque fue mi primera vez y…- no pudo terminar la frase, le daba vergüenza continuar.
- Y te dolió un poco bastante, ¿no? Sí, se notó por los gritos…
- ¡¡¿¿QUÉ??!!- no recordaba haber gritado ni algo así.
- Jajajajajaja, era broma, Alice… Dale, vamos a darnos una ducha, ¿sí?
Entonces los dos salen de la cama y van a bañarse, disfrutando de ese enamoramiento cada vez más fuerte.

- ¡¡MIERDA!!
- ¿Qué… Qué te pasó?
- ¿No ves que me caí, tarado? ¡Me tiraste de la cama!
- Jaa… ¿Perdoname?
- Estúpido.
Entonces Hil trata de levantarse, pero la resaca y los tacones se lo impidieron.
Shannon seguía tirado en la cama, sin indicio de caballerismo alguno. Él también sufría de una fuerte resaca, y toda su ropa estaba desaliñada.
- Dejen de gritar los dos, maricas…
- Callate, Jared.
- Mirá, pendejo, no me jodas porque…
- Pendejo vos. Yo soy el mayor de los dos.
- Bueno, ¿alguno se digna a ayudarme?
Entonces Shannon saca una mano fuera de la cama.
- Qué caballeroso… Dejá.
Hilary se saca los zapatos, los tira a un rincón del cuarto y se sienta en la cama de Shan. Estaba toda despeinada y con su cara de orto diez veces peor.
-OK… yo me voy, no sé qué hago acá-dice Hil levantándose de la cama.
-¿A dónde te vas?
-No sé, a mi cuarto.
-No, ahora no, quiero hablarles. –Le dice Jared empujándole la puerta a Hilary para que no se valla.
- ¿Eh? –Lo mira a Jay con cara de asombro y preocupación.
-¿Qué pasa? ¿Qué querés?
-Quiero que me escuchen ahora… -Se prepara Jared para hablar como si estuviera dando un discurso. –Shannon… yo no quería cagarte a tu novia, te juro que nunca quise, y sabés que nunca lo hice y nunca volvería a hacerlo. Te pido que me perdones, no quiero estar mal con vos, es lo peor, sos mi hermano, sabés que no puedo estar mal con vos, por favor, perdoname.
-¡Sabés que sí, man! Perdoname vos, por actuar como cuando éramos adolecentes, ajajaja. –Le dice con un gran abrazo a su hermano.
Hilary seguía sentada en la cama mirando cómo se abrazaban, y sabía que venía la peor parte para ella.
Los Leto la miran y Jared sigue hablando.
-Y a vos no tengo que pedirte disculpas, no sos nada importante para mí, como mi hermano. Yo creo que tendrías que aclarar las cosas con él no conmigo, me parece.
-Bueno, sí, pero yo ahora no quiero hablar, tengo mucha resaca... –Dice Shannon yendo para el baño, ignorando por completo a la chica.
Hilary seguía sentada en la cama sin decir nada, con cara triste y muy deprimida por dentro. No podía creer lo que el amor de su vida le acababa de decir, o sea Jared Leto le dijo que no le importaba nada de su existencia… O sea, ¿qué tenía que hacer? ¿Ponerse a llorar como nena chiquita? ¿Odiarlo  mucho? ¿Qué iba a hacer ahora? ¿No tendría que decirle Jared a su hermano que en verdad él la había besado cuando ella estaba en pedo? Lo único que hizo fue mirarlo mientras ella salía del cuarto sin decir nada, con los ojos llenos de lágrimas de decepción pero muda como una estatua. Nunca nadie había logrado dejarla sin palabras, sin ánimos de discutir para defenderse. Parecía que la vida se le iba por un instante, y volvía sólo para recordarle que de verdad no le importaba a nadie. Ninguno dentro del cuarto se dio cuenta que se había ido. Igual, prefirió que así fuera, que no se den cuenta, para evitar seguir con la charla.
Hilary fue a su cuarto, intentó abrir la puerta, pero estaba cerrada de adentro y era imposible entrar sin la llave.
-¡¡ALICE!! ¡Abrí conchuda! –Le grita golpeando la puerta, pero sin respuesta alguna. Entonces pegó el oído a la puerta, y escuchó la caída de agua de la ducha. Menos que menos la iba a escuchar.
Hil se sentía muy, muy mal. Estaba feo afuera, cosa que no favorecía que su humor cambiara. Decide ir al patio, estaba lloviendo, pero no le importó. Se sentó en un banco bajo la lluvia a llorar disimuladamente, obvio que con la lluvia sus lágrimas no se notaban. Jared desde su cuarto la ve y no hace nada, lo mismo que Shannon; los chicos desde otro cuarto también la ven sola en el patio bajo la lluvia, no sabían qué le pasaba, pero tampoco se arriman a ofrecerle un hombro donde llorar. Todos, menos Alice y Gerard, desde sus cuartos la ven, ella de espalda a ellos. Hil decide entrar al hotel de nuevo, cruzarlo e irse para la calle, y caminar, sin saber bien a donde ni nada. Ella sólo caminaba bajo la lluvia, sola y triste.

Capitulo 33


Volviendo a Canadá, Avie había estado pasando unos fabulosos días junto a su cantante favorita.
- La verdad es que no pensé jamás que una chica pudiera divertirme tanto, Avie- le dijo en un momento Avril, mientras las dos miraban un cuadro muy contemporáneo, o sea: un fondo violeta con una línea azul en el medio-. Esto es una mierda- comenta sobre el cuadro.
- ¿Qué dijiste?- pregunta la chica argentina.
- Que es una mierda… ¿No te parece eso?- y la mira sorprendida.
- No, no. Me refería a lo de antes, a eso de que te divierto…
- Ah, sí. La verdad Brody es un tipo aburrido, siempre hacemos lo mismo y… No es nada interesante en la cama, la verdad es que la tiene muy chica, jajjaja.
- Ah, bueno- dice Avie, tratando de hacer de cuenta que no había escuchado la última parte. No es que nunca hubieran hablado de esos temas, pero le parecía algo incómodo que la chica que admiraba hablara de cómo era su novio en la cama.
Así siguieron paseando por la galería, viendo cuadros interesantes y otros totalmente malos. Bueno, Avril estaba algo rara, ahora solía hablar mucho peor que antes de Brody, y solía desaparecerse con Avie cada dos por tres.
- Bueno, me aburrí. Hagamos otra cosa- le dice Avril poniéndose enfrente de ella y sonriendo ampliamente.
- Am… ¿Y qué hacemos entonces?- pregunta Av mirándola sorprendida.
- No sé, no sé… Algo. Vos sos la divertida, ¡pensá!
- No soy tan divertida, vos sos la que me saca siempre a pasear y ver cosas.
- Bueeeeeno. Ya sé, vamos a un parque de diversiones que queda por acá cerca; sé que te va a encantar.
Entonces la artista toma de la mano a Avie y la saca corriendo de la galería, mientras se pone la capucha del buzo para que no la reconozcan en la calle.

- Bueno, yo me quiero subir a la rueda esa…- le dice Avie a Avril, quien a parte de estar encapuchada, ahora llevaba los anteojos de sol puestos.
- Sí, sí, yo también quiero. Dale, ¡vamos!- la agarra del brazo y la lleva corriendo a la fila. Pero en vez de formar como gente normal, Avril sigue avanzando por la fila hasta quedar frente al guardia, que la mira sorprendido. Entonces ella se saca los lentes de sol y le muestra el rostro al tipo, quien enseguida la deja pasar sin decir nada, mientras que el resto de la fila comienza a putear y quejarse.
Avie no dice nada por puro asombro. No podía creer que la canadiense pudiera ser tan descarada como para hacer algo así.
- Ni que hubiera matado a nadie- protesta la cantante mientras se subían a uno de los asientos de la rueda de la fortuna.
- Todo bien… Pero creo que el resto de los que están esperando te odian.
- En la vida siempre hay personas que te odian. Pero a esas personas sólo tenés que decirles… ¡¡VÁYANSE A LA MIERDA!!- lo grita a toda voz, haciéndole “fuck you” a los de abajo.
- Dale, sentate boluda- le dice Avie tomándola por el buzo y tirándola al asiento.
Terminan de subir todas las personas, y la rueda comienza a girar lentamente. No era nada súper emocionante, pero tenían una linda vista de la ciudad. Por suerte ninguna de las dos sufría de vértigo, porque las personas se veían como puntitos oscuros en las calles y veredas. Ya estaba comenzando a oscurecer, por lo que la vista se había mucho más linda. Era una escena muy… ¿Romántica? Sí, sí, era una escena de película, y Avie no iba a desaprovechar ese momento perfecto. De la nada gira la cara de Avril y la besa con pasión y ternura.
- El mejor beso de mi vida…- dice Avril después de un laaargo beso.
Bajan tomadas de la mano, las dos sonriendo. Había sido una tarde genial, ahora se sentía una conexión más fuerte, más sincera. Pero de repente todo se ilumina, y voces comienzan a rodearlas:
- Avril, Avril, ¿es tu nueva amiga? ¿Era mi imaginación o se besaron allá arriba? ¿Qué pasó con Brody?
Paparazzis.

Capitulo 32


- Ya sé…- le dice Mike a Alice mirándola a los ojos- Organizo una fiesta. En la fiesta, vos vas a reconquistar a mi estúpido hermano…
- Ajá, ¿y pensás organizar una fiesta ahora ya? Digo, son las dos de la madrugada, y hace un frío de re cagarse…- comenta Alice, quien tenía todo el delineado corrido y los ojos rojos de tanto llorar.
- Recién son las dos, la noche está en pañales, mi lady- le guiña un ojo-. Y mi cuarto es lo bastante grande como para quince monos y dos señoritas.
Alice se quedó tirada en la cama, sin ganas de nada, ni siquiera de pensar. ¿Estaría bien tratar de arreglar las cosas con Gerard de esa forma o era mejor dejar que el tiempo pase? La verdad es que no tenía muchas ganas de más fiestas, sólo quería acostarse a tomar helado y mirar películas de terror. No pensar en Gerard, no pensar en Lindsay, no pensar en nadie. Siquiera que apenas unas horas antes Hil y Mikey se habían estado besuqueando en ese mismo cuarto.
- ¿Y bueno, linda? ¿Hacemos eso o no?- le pregunta mirándola insistente.
- Sí, sí… Hacé lo que quieras, Mikey…
- Dale, cambiate, tonta. Me vas a ayudar a buscar a la gente y a organizar las cosas…- le dice él tirándola de las piernas.

Bueno, ya estaban todos. La habitación llena de gente (los chicos de las bandas, Hil y otros); el mini-bar estaba lleno de diferentes tipos de botellas; la música al tope… En fin, una fiesta totalmente alocada y genial.
- Tu cuñado besa demasiado bien, pero tengo miedo de que sea muy vos…- le comenta Hilary a Alice, quien se encontraba sentada en un sillón tomando quién sabe qué cosa.
- ¿Muy yo?- la mira sorprendida.
- Sí, o sea… Muy enamoradizo, muy sentimental, muy depresivo… Así- Hilary no le quitaba el ojo de encima a Shannon, quien estaba hablando con su hermano y con Gerard.
- ¿Los rompecorazones?- dice Alice mirando a Gerard con tristeza.
- Ay, dios, pendeja. ¡No vas a dejar que una diva te cague el viaje! Ya fue, tonta… ¡Ni que fuera el fin del mundo!
- Bueno, pero… Es la primera vez que discutimos… Y…- entonces los ojos de Alice comenzaron a llenarse de lágrimas nuevamente- Perdón, soy una tarada…
- Bueno, dejá de lamentarte, levantá el culo de ahí y encáralo. ¡Dale!- insiste Hilary tomándola del brazo y haciendo que vuelque un poco de lo que estaba tomando en la alfombra.
Pero no fue Alice quien se animó a encarar primero, sino Hilary, quien con algunas copas de más encima, se acerca hasta donde estaba Shann, pisando fuertemente con sus tacones en el suelo. Sin parar siquiera para mirar a Jared, rodea el cuello de Shannon con sus brazos y lo besa apasionadamente, dejando a la mayoría boquiabiertos.
- Eso fue como la guerra relámpago de Hitler- comenta de repente Frank junto a Alice, haciendo que de un respingo.
- Jajaja, sí, algo así…- responde ella deseando ser tan cara dura como lo era su amiga. “Claro que nunca lo voy a ser, pero…Puedo fingir serlo…”
- ¡¡GERARD!! ¡Vení, a tomar algo con nosotros, pelotudo!- grita Frank de la nada.
- ¿Qué mierda estás haciendo?...- le pregunta Alice en un susurro, entrando en pánico al ver a Gee acercarse. El cantante estaba tan sexy con sus jeans negros, sus zapatillas sucias y su camisa verde a cuadritos… Y su cabello nuevamente negro, todo alborotado, como el de un adolescente rebelde. Sería pecado irse sin siquiera haber probado el sabor de sus finos labios.
- ¿Cómo la están pasando, chicos?- pregunta G sin mirar a Alice.
- Y, bien… Nada más que faltaron algunas chicas… - entonces mira divertido a Gee- Bueno, para mí, vos ya tenés a esta preciosura…- y le hace dar una vuelta a Alice.
- Sí, tenés razón- dice con brusquedad Way mayor sacando las manos de Frank que tomaban las manos de Alice-. Es MI preciosura, enano.
Entonces Gerard toma con fuerza la mano de la chica, y se la lleva medio a la rastra hasta el cuarto que ella compartía con Hil.
Esa noche pasarían cosas que sólo los mayores de dieciocho años pueden leer… Y que sólo verdaderas fans entenderían.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Capitulo 31


Entrando al hotel se encuentra con Mikey y Hilary, que parecía que la estaban buscando,  ambos con cara de preocupados.
- Tarada. ¿Qué te paso? –Pregunta Hilay.
- Nada, discutí con Gerard…-responde Alice bajando la cabeza.
- ¿Qué paso? ¿Qué te hizo? ¿Te dijo algo feo? Decime que lo arreglamos. –Le dice el cuñado comenzando a enojarse.
- No, no. Lo que pasa es que la ex le twittio, y bueno… me di cuenta de que no soy para él- entonces rompió a llorar desconsoladamente y Mike la abrazó de forma protectora.
Entre charlas y llantos los chicos consuelan a Alice y ella decide no hablarle o hacer nada hasta que no le queden en claro las cosas para ella.
Era una tarde-noche fría y parecía que se venía una gran tormenta. Hilary se aburre de estar en el cuarto mientras Mikey y Alice hablan de desamores, así que decide molestar a su amiga Avie. La llama por teléfono y, mientras habla con ella, va recorriendo los pasillos del hotel. Había gente y estaba muy aburrido, no estaba lindo para estar afuera. Hil y Avie cantan, cada una canción diferente del otro lado del teléfono, lo hacían como siempre cuando estaban juntas, ya era costumbre cantar cualquier cosa que se les venía a la mente. Avie cantaba del otro lado Take Me Away, de Avril. Y Hilary cantando Buddha for Mary de Mars, claro.
- My words are cold, I don't want them to hurt you, If I show you, I don't think you'd understand, Cause no one understands. –Canta Avie con ganas del otro lado.
- … Mary was the type of girl, she always liked to fall apart. –Cantaba Hilary sin tantas ganas como su amiga.
Mientras Hilary canta por los pasillos del hotel, de repente se abre una puerta. Era su guitarrista favorito, Tomo. Primero se miran sorprendidos, y luego él le dice:
- Ya que te gusta fracasar, vení a jugar a la play con nosotros. –Le dice riéndose.
Hilary decide terminar la charla con Avie y se pone a hablar con Tomo.
- No, ni ganas, Mofo… ¿con quién estas?- le pregunta ella acomodándose el cabello y haciéndose un poco la difícil.
- Con Tim, Brax, y en un rato creo que viene Frank y no sé… Dale, ¡vení! Hay cerveza, pizza, y muchas golosinas… -Le dice el guitarrista mientras la agarra del brazo y la intenta meter en la habitación.
-Bueno… me quedo un rato, sólo porque estoy aburrida…
-Jajaja dale, pasá, tonta… ¡¡Miren lo que me encontré!! –Grita mientras la agarra de los hombros y cierra la puerta.
-¡Heey! –Le gritan los chicos como saludo. –Vení, sentate. –Le dice Brax.
-¿Qué estabas haciendo? –Pregunta Tim haciéndole un lugar en el sofá.
Hilary no sabía qué hacer ni contestar primero, eran muchas preguntas juntas.
-Jaja, nada, estaba hablando por teléfono con Avie y me encontró Tomo.
-Estabas cantando, yo te escuche. –Dice Tomo desde la heladera mientras busca algo para convidarle a su amiga.
-¡No! Estaba hablando con Avie…- le recrimina ella mirándolo para que no dijera nada.
-Estabas cantando ¿O qué, son como en las comedias musicales, hablan cantando?
Todos dentro de la habitación se rieron, incluso Hilary que parecía que no le causo mucha gracia.
- Qué tonto sos. –Le dice con una sonrisa en la cara, mientras mira a los chicos como preparan las cosas para empezar a jugar. -Y vos ¿Adónde ibas?
-Iba a buscar a Frank y a avisarle a Mikey y Ray para que vengan y traigan algo para tomar, pero te encontré a vos chiquita, jajaja.
-Mikey está con Alice mirando pelis y hablando de cosas cursis y no sé que, por eso me fui, me aburría mucho. Creo que es más divertido ver como llueve que escuchar una charla de ellos.
-Jajaja sorry chica no cursi… -Dice Tim con tono de burla, pasándole un mando para comenzar a jugar. Hilary, con su habitual humor, lo rechaza, con la excusa de que no era buena jugando.
Así que, mientras los chicos jugaban, maldecían y tomaban cervezas, Hil sólo los observaba desde un sillón individual, divertida por las barbaridades que solían gritarse los chicos. De repente, tocan la puerta. Los chicos estaban concentrados en el juego, por lo que Hilary decide ir a abrir. Era Frank, y ambos se sorprender al verse en ese lugar.
- ¡Hey, Frank, pasá! –Le grita Tomo sentado en el sillón, sin soltar el mando.
Hilary se corre y deja pasar al guitarrista, que traía más cervezas y algunos juegos nuevos.
Y vuelta a los gritos. “Parecen chicos de trece años estos boludos…”, pensaba ella, mientras se aburría y perdía en sus pensamientos. Estaba cansada ya, era casi las dos de la madrugada y ella seguía allí. Pero para hacerle compañía a la joven, Iero se le arrima y decide hablarle.
-¿Cómo estás?
-Bien…-Le responde ella sorprendida y con desconfianza.
- ¿Estas aburrida, no? – le pregunta Frankie sin sacar los ojos de la pantalla.
 -Sí, un poco. La verdad es que no sé mucho sobre estos juegos, y tampoco me interesa demasiado.
 Y así siguieron la charla lo más normal. Ya no había rencores ni  nada por el estilo. En esa charla también se aclararon varias cosas, y al final quedo todo claro: sólo serían amigos.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Capitulo 30


Y lo que menos esperaban sucedió: los malditos paparazzies los esperaban fuera del restaurant.
Hilary y Mikey salieron tomados de la mano; habían tenido un mediodía de mucha charla y alguna que otra caricia tierna. Por su parte, Alice ya no pudo aguantar las ganas de besar a su nuevo novio, entonces a penas salir por las puertas lo hace. Y así quedaron embotellados entre un montón de personas con cámaras y que formulaban preguntas sin cesar: “¿Gerard, es tu nueva chica?, ¿qué pasó con Bellato?”, “¿Qué le pasa a tu hermano, Jared?”, “El menor de los Way con novia, ¿eh?”. Todos se quedaron de piedra… Todos menos Shannon, quien comenzó a responder las preguntas que le hacían, dejarse sacar fotos.
El menor de los Leto toma del brazo a su hermano.
- ¡¿Qué mierda te pasa, estúpido?! ¡Dejá de joder y dale, que nos vamos! ¿No ves que esto nos va a cagar a todos, eh?- le dijo gritándole y tomándolo con más fuerza del brazo para que pudieran salir de ese mar de gente.
- ¿Qué pasa, hermanito? ¿No puedo tener mi minuto de fama yo también?- le responde Shann con media sonrisa.
- Dejate de joder, tomaste mucho vino vos. Vamos- y logra arrastrarlo hasta las camionetas con vidrios polarizados.

- Mierda, mierda, mierda, mierda…- murmuraba Gerard frente a su computadora portátil. Había llegado al hotel sin que las “escorias” los siguieran. El cantante de My Chemical Romance decidido a encerrarse en su cuarto enfadado, y Alice dispuesta a seguirlo hasta las puertas del mismísimo infierno.
- ¿Qué pasa, cielo?- le pregunta ella masajeándole los hombros.
- Nada… Lindsay twitteó una estupidez…-respondió Gee tocándose las sienes.
- A ver…- entonces se acerca a la pantalla- “Ahora te andás con una puta que levantaste por ahí, que bien podría ser tu hija? Qué bajo caíste, Gerard Way. Bandit y yo estamos muy decepcionadas…”
Alice se quedó de piedra frente a la pantalla, tratando de no tirar al piso la notebook de su novio. Sí, celos. Hacía mucho tiempo que no sentía celos. Pero ahora habían vuelto con mucha fuerza y violencia. ¿Qué mierda tenía que meterse esa bajista que disfrutaba de mostrar sus muslos y culo al público? Agg, era una envidiosa.
- ¿No fue ella quien rompió con vos, Gerard?- le pregunta Alice yéndose a una esquina del cuarto. Por suerte Hilary y Mike se encontraban en el cuarto de ellas.
- Sí, sí fue… ¿Por qué?- le pregunta sorprendido desde la cama.
- ¿Para qué mierda te seguís comunicando con ella? ¿Por qué carajo te sigue esa… esa…?
- Porque es la madre de mi hija, Alice. Acordate que antes de vos tuve una vida, ¿sí? Soy un nuevo soltero que salió de las drogas y tienen ganas de volver a ellas… Y también soy padre de una niña preciosa que siento que me extrañan, pero que su madre me prohíbe ver… ¿Y esperás que no me comunique con Lindsay?
- Quizás sea verdad que soy muy joven para vos, perdón…- entonces Alice sale corriendo de la habitación con lágrimas en los ojos. ¿Cómo había podido ser tan desalmada, a sabiendas de que su novio tenía una niña? Hilary, por lo menos Hilary la escucharía antes de hacerle entender que exageraba con sus lágrimas y lamentos.

- Hilary, Hilary…- la llama Alice entrando al cuarto. Tonta, tonta Alice. Al entrar al cuarto, su amiga y Mikey Way estaban medio tirados en la cama comiéndose a besos. Qué momento incómodo…
- ¡Alice!- suelta Mikey sorprendido, dejando a Hil.
- Perdón, sigan con lo suyo…- entonces vuelve al pasillo, buscando en donde refugiarse de su propia mente.
Terminó tirada en el patio trasero del hotel, donde por suerte no había nadie que la molestara o la mirara raro por haberse tirado en el pasto con tan lindo vestido. Los tacones lo había dejado olvidados por algún lado, ya no importaban. ¿Qué carajo le había pasado por la cabeza al permitirse celar a Gerard Way, divorciado y padre de una nena? “Alice, por favor, sos ridícula, chica… Nunca aprendés, ¿verdad? ¿Cuántas veces te dejaron por tus celos? Tonta, tonta, tonta…”
- Yo creí que el drama nada más quedaba en las películas de Hollywood…
Alice gira la cabeza asustada, y junto a ella ve sentado a Shannon Leto. El tipo vestía aún los pantalones elegantes, pero llevaba la camisa por fuera de éste y su corbata había quedado olvidada en algún lugar.
- Ah, hola…-saluda Alice con desgana. La verdad es que no necesitaba que ninguno de los Leto fuera a preguntarle por Hilary, porque tenía miedo de decirles que ella se encontraba besuqueándose con el Way menor en su cuarto- ¿Te importa? No es un buen momento, y no tengo ganas de hablar sobre mi amiga ni nada de eso…
- Hum… El césped está húmedo, y estás arruinando tu vestido… Eso quiere decir o que no sos para nada superficial o que estás tan mal que dejaste tu superficialidad de lado- le dice acercándosele más y tomando un mechón del cabello de la chica-. Y tu peinado está arruinado… Ni hablar de tu maquillaje.
- No me importa nada de las cosas que dijiste, Shannon… Sólo quiero…- entonces se interrumpe, tan absorta en sus pensamientos estaba. Parecía que quería llover; bueno, era invierno allá, sería lógico que lloviera, hasta que nevara. Gerard. Tenía que pedirle disculpas a Gerard- Tengo que irme.
- ¿Por qué no te quedás un rato más a conversar, linda?- le dice Shannon acariciándole una mejilla.
- ¿Qué mierda te pasa, eh?- dice ella sacando su mano rápidamente y mirándola furiosa. ¿Es que todos los hombres pesaban con lo de abajo?
- Huy, ¡qué mala onda! Nada más quería divertirme un rato, ¿sabés? Todo este tema con Hilary me dejó algo cansado y… Para esos momentos no hay nada mejor que la compañía de una mujer…- y le sonríe de forma insinuante.
- Shannon Leto, es increíble que seas igual que el resto de imbéciles que están dentro de ese hotel. Si querés sexo buscate una puta, yo tengo novio y no me interesás. Tampoco pienso estar con el ex de una amiga.
Entonces Alice se va del patio, dejando al baterista de 30 Seconds To Mars con las manos vacías y deseando que Mikey y Hilary hubieran terminado ya.

martes, 13 de diciembre de 2011

Capitulo 29

- ¿Hil?- pregunta Alice medio dormida al escuchar a su amiga entrar al cuarto a la madrugada.

- Sí, soy yo… Seguí durmiendo que mañana nos espera un día largo…

Pero entonces la novia de Gee Way, al notar qué tan corrido tenía el delineador su amiga y la cara de pena que tenía, se levanta de su cama y se sienta en la de ella. Sabía que Hilary tenía algo para contarle, pero con preguntarle no ganaría nada; así que decidió sólo mirarla con insistencia, eso la hacía hablar siempre.

- Aff… Me lo encontré a Shannon en uno de los pasillos- comienza la chica-. Me di cuenta que había estado llorando y… Alice, no quiero ser una mala persona, pero tampoco quiero quedarme de brazos cruzados, ¿entendés? Quiero…

- Venganza.-concluye Alice.

Resulta que el tipo con el que se iban a encontrar las dos bandas era un tipo realmente importante, un tal George Walker, dueño de una disquera internacional. Se supone que en el almuerzo de ese día tenía pensado proponerles algo a 30 Seconds To Mars y My Chemical Romance, aunque nadie sabía qué cosa era.

- Wooooooooow- suelta Alice al ver bajar a todos los músicos. Todos, sin excepción, iban vestidos de traje-. Se ve que es algo importante- le dice a Hilary.

- Y sí, sino no nos tendríamos que haber vestido así, ¿no te parece?- ella seguía enojada con el mundo.

- Bueno, calmate un poco, Hil… Ya hablamos de eso.

Hilary iba con el vestido que había comprado el día anterior, divinamente combinado con accesorios rojos y blanco, unos zapatos muy altos rojos, quedaba perfecta, con un perfume que cualquiera que lo sienta no se olvidaría de ella fácilmente, lista para dejar boca abierta a los hermanos Leto, obviamente que apropósito. Por el contrario, Alice decidió usar un vestido azul cobalto, un buen par de zapatos nuevos, no tan altos como los de su amiga, ella no era de ese tipo de chicas, tenía un buen maquillaje que le resaltaba la mirada, nada disimulado. Odiaba usar vestidos, pero la situación así lo exigía.

- Qué linda estás, Alice…- le dice Gerard haciéndola girar sobre sus talones.

- Jajajaja, gracias, G.

Un poco más lejos, los hermanos Leto no le quitaban los ojos de encima a Hilary, quien parecía absorta en sus pensamientos. Todos habían notado que Shannon y Hil se habían distanciado, hasta los menos entrometidos, como Bob Bryar. Era inevitable sentir la tensión que la presencia de los Leto y Hilary causaba.

- Está tan denso que puedo cortar el aire con unas tijeras…- murmura Mikey, procurando que sólo Alice lo escuche.

- Hey, si estás tan gracioso, ¿por qué no le hacés compañía a mi amiga? Tengo entendido que tan mal no se llevan, y un amigo ahora le vendría de maravilla- le dice Alice a su cuñado.

- Bueno, dale…- dice el señorito muy sonriente, y se va junto a la ex de Shannon para darle charla y tratar de levantarle el ánimo. Un poco de distracción a los dos no les vendría mal.

Llegaron a un restaurant más que lujoso. Del techo colgaban arañas con lágrimas de cristal; las paredes tapizadas de colores neutros; y los muebles modernos, pero con estilo antiguo. Las chicas se quedaron de hielo, nunca habían asistido a un lugar tan… Tan elegante. Claro que los demás estaban acostumbrados, pero ellas se sentían como intrusas en ese “mundo de la clase alta”. Quizás fue ahí cuando se dieron cuenta de que sus ídolos y ellas se manejaban en diferentes esferas de la sociedad, cosa que las acongojaba un poco.

En resumidas cuentas, el almuerzo fue de gran interés para las bandas: este señor importante, Walker, pensaba en que sería genial hacer un nuevo CD con canciones integrando ambas bandas. Claro que no quería que juntos formaran una sola, seguirían como bandas a parte, pero tocando juntas quizás…

- Un máximo de dieciséis canciones- les dijo George Walker.

Los líderes de las bandas hablaron un rato entre ellos antes de responder a la propuesta del productor.

- Sí, de acuerdo. Decidimos grabar el disco, ya que sería una novedad para nuestros fans, y, a demás, promoveríamos a una u otra banda entre aquellos que sólo conocen una. Se vendería muy bien.- concluyó Jared.

Las chicas se quedaron boquiabiertas, mas no dijeron nada para no llamar la atención. Los muchachos les dijeron que por el momento convenía mantenerlas a ellas en el anonimato, a menos hasta que de verdad se asienten en sus vidas.

El resto del almuerzo fue aburrido. Hablaron de cosas “de grandes”: economía, política, ventas… Esas cosas que hacían dormir a las dos jóvenes. Alice, disimuladamente, sacó su libro del bolso, y Hilary se puso a escuchar música.

- “… Entonces el joven de ojos rojos tomó la espada, y sigilosamente…”

- ¡Mikey!- suelta Alice al escuchar que leía de su libro, muy cerca de las dos.

- ¿Qué hacés acá, eh?- dice Hilary sonriéndole al bajista de MCR.

- Nada, yo también me aburro… Son Ray y Gerard quienes manejan estos asuntos aburridos, yo soy el nene impaciente, jajaja- y mira a Hil a los ojos.

- Bueno, chicos, si me disculpan, tengo que ir al toilette- dice Alice levantándose para dejarlos a solas. Sabía que algo iba a pasar entre esos dos, su instinto de chica se lo decía.

- Bueno, ¿y vos qué hacés, loquita? ¿Llorando a tus amores?- le pregunta Mike a Hilary, sacándole los auriculares para que le prestara atención. A lo lejos, Shannon los observaba con recelo sin hacer nada más que eso.

- Nah, mirá que voy a andar llorando por él… Ya fue, no me voy a cagar este viaje por algo así…

- ¿Siquiera un poquito de tristeza sentís, eh?- le pregunta él tomándole las manos y jugando con ellas.

- Un poco, pero no lo suficiente para salir corriendo. No esperes que sea la típica boludita que se queda llorando en los rincones y cortándose las venas; ni que fuera Alice- comenta ella riendo por lo bajo.

- ¿Alice se corta?- Mikey parecía preocupado. De verdad que eran amigos.

- No, no, no, claro que no. Pero… bueno, ella es más sentimental que yo…- Hilary dejaba que el bajista jugara con sus manos, total se sentía bien la cercanía de alguien que no tenía la intención de apropiarse de ella.

- Sí, ella es medio como yo… Aunque no parezca- le dice Mikey mirándola a los ojos y con media sonrisa- yo soy más sentimental que Gee… Yo nunca olvidé a alguna chica, y cuando Alicia me dejó fue… horrible. Lloré como semana y media por ella. A Gerard en cambio no le costó mucho dejar a Lin-Z, no sé por qué. No lloró ni nada; es más, parecía feliz de hacerlo. Yo soy un maricón al lado de él…- entonces bajó la vista y dejó de sonreír. Con ese gesto y en esa pose parecía un niño decepcionado, cosa que a Hil le conmovió el alma. A demás de ser lindo utilizaba esa táctica que…. Aggg, simplemente adorable.

- ¿Por qué te dejó Alicia?- pregunta ella sin poder dejar de mirar su tierno rostro.

- La encontré insinuándosele a un tipo que se encarga de que los instrumentos estén con sus repuestos y los acomoda y eso… Los chicos me decían que era una prostituta, pero yo no les quise hacer caso. Hasta que después se demostró la verdad- y entonces esos ojos marrones vuelven a encontrarse con los de ella, y le aprieta con un poco más de fuerza las manos.

En eso, llega Alice, y vuelve a su asiento disculpándose por la tardanza. Hilary y Mikey se miran, pero no dicen nada. No se necesitaban palabras para demostrar que un nuevo vínculo se había creado entre ellos.